lunes, 20 de febrero de 2012

Nota de (no) suicidio


Si algún día desaparezco, si todo deja de tener sentido...

Me quedare en cada uno de vosotros en cada sonrisa que os he regalado, en cada pensamiento que os he arrancado, en cada recuerdo que hemos vivido, en cada sollozo, en cada sueño.

Estaré en los ojos del hijo que aun no tengo, pero al que ya quiero. El hijo del que ya siento orgullo, mi pequeña gran obra, el cariño que dejo es este loco mundo.

Estaré en las caricias que le di a su madre, en su tacto, en sus labios, en cada beso robado. Cada infierno y cada tormento merecieron la pena si fue para pasar un segundo a su lado. En su compañía un minuto es una bendición del mejor de los dioses.

Estaré en cada gracias a mi madre. Fui fruto de sus desvelos, el sueño de cumplir todos sus anhelos.

Estaré en cada recuerdo de mis abuelos, desviviéndome por ser el fruto de su orgullo.

Estaré en los sueños de mi tío, llegar a donde me había propuesto.

Tengo la satisfacción de que si leéis esto, estoy compartiendo un rincón de vuestro pensamiento.

Si yo falto, siempre quedare como un recuerdo.

Como vuestro recuerdo.

Ese momento esa risa... os quiero a todos y cada uno, decir todo esto suena a tópico, a cumplido, a ñoñez absurda, a nota de suicidio.

Quizás simplemente sea un simple repaso.

Quizás tocara poner orden en los pensamientos.

Quizás echo de menos todo lo que ya no tengo.

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